La Naturaleza de la Luz: Teorías de partículas y ondas
por Nathaniel Page Stites, M.A./M.S.
¿Sabías que los científicos y filósofos debatieron durante siglos sobre si la luz viajaba en ondas o partículas? Finalmente, en el siglo XX, uno de los "experimentos más bellos" de la ciencia pareció confirmar la naturaleza ondulatoria de la luz, hasta que fue refinada aún más unos 100 años después.
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Una controversia científica de larga data, debatida por muchos científicos prominentes, fue sobre si la luz consiste en partículas u ondas.
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A principios del siglo XIX, Thomas Young proporcionó evidencia clara que mostraba que la luz exhibe propiedades consistentes con el comportamiento de las ondas; mostrando específicamente que exhibe patrones de interferencia constructiva y destructiva.
- Nuestra comprensión moderna de la luz se ha basado en el trabajo de Young y otros.
- haz
- un rayo o haz de luz de una fuente
- partícula
- un pequeño trozo de materia
- fenómeno
- un hecho o evento que se puede observar
Pimeras Teorías
Desde tiempos imemoriales, la imaginación humana ha tratado de encontrar significado del mundo y se ha reconocido a la luz como esencial para nuestra existencia. La luz siempre ha proporcionado consuelo y alivio, ya sea para una niña de la prehistoria, que se calienta a la luz del fuego en una caverna, o para una niña moderna, miedosa de dormirse en la oscuridad.
Las primeras teorías documentadas de la luz provienen de los antiguos griegos. Aristóteles creía que la luz era una especie de disturbio en el aire, uno de sus cuatro "elementos" que componían la materia. Siglos después, Lucrecio, quien, como Demócrito anteriormente, creía que la materia estaba compuesta de "átomos indivisibles", y que la luz era una partícula emitida por el sol. En el siglo 10 A.C, el matemático persa, Alhazen, desarrolló una teoría que postulaba que todos los objetos irradian su propia luz. La teoría de Alhazen contradecía las teorías anteriores que proponían que se podía ver gracias a que nuestros ojos emitían luz para iluminar los objetos a nuestro alrededor.
En el siglo XVII, emergieron de Francia dos modelos distintos para explicar el fenómeno de la luz. El filósofo y matemático francés René Descartes creía que una sustancia invisible, que el denominó el plenum, permeaba el unverso. Igual que Aristóteles, Descartes creía que la luz era un disturbio que viajaba a través del plenum, como una ola viaja a través del agua. Pierre Gassendi, un contemporáneo de Descartes, cuestionó esta teoría, y declaró que la luz estaba compuesta de partículas diferenciadas.
Partículas versus ondas
Mientras se desarrollaba esta controversia entre dos filósofos franceses rivales, dos destacados científicos ingleses del siglo XVII se dedicaron a la batalla de partículas versus ondas. Isaac Newton, después de considerar ambos modelos, decidió finalmente que la luz estaba hecha de partículas (aunque las llamó corpúsculos). En 1655 Robert Hooke, que ya era un rival de Newton y de los científicos que identificarían y denominarían la célula, era partidario de la teoría de la onda. Estos dos científicos, al contrario que muchos otros anteriores, basaron sus teorías en las observaciones del comportamiento de la luz: reflejo y refracción. El reflejo, como en un espejo, era un acontecimiento bien conocido, pero la refracción, que hoy en día es un fenómeno familiar, a través del cual un objeto parcialmente sumergido en el el agua parece estar "roto", no era bien entendido en ese entonces.
Los partidarios de la teoría de la luz como una partícula señalaban que el reflejo era una evidencia que la luz consistía en partículas individuales que rebotaban de los objetos, como bolas de billar. Newton creía que la refracción podía ser explicada a través de sus leyes de movimiento, en la que las partículas de luz eran los objetos en movimiento. Así, creía que a medida que las partículas de luz se acercaban al límite entre dos materiales de diferentes densidades, tal como el aire y el agua, la fuerza gravitacional en aumento causaría el cambio de dirección de las partículas.
La teoría de la partícula de Newton también estaba basada en sus observaciones de cómo el fenómeno de la onda se relaciona con el sonido. Newton entendió que el sonido viajaba a través del aire en ondas, lo que quería decir que el sonido podía viajar alrededor de esquinas y de obstáculos, por lo que una persona en una habitación podía escuchar a través de la puerta. Debido a que la luz no podía doblar las esquinas o los obstáculos, Newton creía que la luz no podía difractarse. Por lo tanto, suponía que la luz no era una onda.
Hooke y otros - sobre todo el científico holandés Christian Huygens - creían que la refracción sucedía debido a que las ondas de luz reducían su velocidad a medida que ingresaban en un medio más denso como el agua y, por consiguiente, cambiaban su dirección. Los teóricos de las ondas, como Descartes, creían que la luz viajaba a través de algún tipo de material que se extiende en el espacio. Huygens apodó este medio el éter.
Debido a la fama y reputación de Newton, muchos científicos del siglo XVII y XVIII se adherieron a la idea que la luz era una partícula. Sin embargo, la teoría de luz como una onda, recibió un gran empuje del científico inglés Thomas Young al principio del siglo XIX.
Punto de Comprensión
Las ondas tienen la solución
El 24 de noviembre de 1803, Thomas Young se presentó ante la Royal Society de Londres para dar a conocer los resultados de un experimento innovador. Young concibió un simple esquema para ver si la luz demostraba un comportamiento particular hacia las ondas: la interferencia. Para enteder este concepto, imagine dos ondas que viajan en una cuerda en sentido opuesto, como se muestra en la Figura 2:
Cuando las ondas alcanzan el mismo lugar de la cuerda, en el mismo momento, como se muestra en el diagrama, se unen y crean una onda con el doble de amplitud (altura) de las ondas originales. La unión de las ondas se conoce como "interferencia constructiva", ya que las ondas se unen para construir una onda nueva y más grande.
Se muestra otro escenario posible en la Figura 3:
Aquí, las dos ondas que se aproximan una a la otra, tienen amplitudes iguales y opuestas. Cuando se encuentran (en el medio del diagrama), se anulan totalmente. Esto efecto de anulación se conoce como "interferencia destructiva", ya que las ondas desaparecen temporalmente cuando se encuentran.
Punto de Comprensión
División del haz: experimento de la "doble rendija" de Young
Thomas Young reconoció que si la luz se comportaban como una onda, sería posible crear modelos de interferencia destructiva y constructiva usando la luz. En 1801, concibió un experimento que forzaría que dos rayos de luz viajen distancias diferentes, antes de que se interfieran al alcanzar una pantalla. Para conseguir esto, Young hizo que un espejo dirigiera un delgado rayo de luz solar en un cuarto oscuro (¡e hizo que un asistente se cerciora de que el espejo dirigiera apropiadamente la luz solar!). Young dividió el rayo en dos al poner una delgada tarjeta al borde del haz del rayo, tal como se ve en la figura siguiente.
Cuando dos rayos de luz relucen en la pantalla, Young observó un interesante patrón de "bordes" oscuros y claros donde los dos rayos interferían uno con otro de manera constructiva y destructiva (Figura 4). Los bordes claros aparecían donde la intensidad de la luz que golpeaba la pantalla era más acentuada, y los bordes oscuros aparecían donde la intensidad era cero. Allí donde los dos rayos estaban exactamente "en fase" (ver la Figura 5), interferían constructivamente y creaban una luz que era más brillante o intensa que cualquiera de los dos rayos por separado. Allí donde los rayos de luz estaban exactamente "fuera de fase", interferían destructivamente y producían una mancha oscura que tenía un total de intesidad de luz de cero.
Para entender el patrón de los bordes del experimento de Young, examinemos más detalladamente el movimiento de dos ondas. Imagine que empezamos con dos ondas que están perfectamente en fase, como se muestra en la Figura 6:
Si una onda viaja a mayor distancia que la otra, los picos y los bajos de las ondas se compensarán unos con otros y podrían estar fuera de fase cuando alcancen su destino, como se muestra en la Figura 7.
Si la diferencia de la distancia del viaje de las dos ondas es todavía mayor, éstas alcanzarán un punto donde el pico de una onda se alinea con la parte inferior de la otra. Finalmente, si la onda que viaja más lejos sigue el camino que es exactamente una longitud de onda más larga que el camino que sigue la otra onda (o dos o tres o cualquier número entero múltiplo, más larga), entonces sus picos se alinearán otra vez y llegarán a su destino en fase, tal como se muestra en la Figura 8.
Young se dio cuenta que las manchas brillantes en su pantalla ocurrían donde la diferencia en la longitud del camino recorrido por el rayo de luz era un número entero múltiplo de la longitud de onda de la luz. Las ondas que se encontraban en este punto estaban perfectamente en fase y habían formado una mancha brillante debido a que los picos y los bajos se habían alineado unos con los otros.
En los lugares donde no había luz, la diferencia en las longitudes de los caminos era un múltiplo exacto a la mitad de la longitud de onda, por lo que las dos ondas estaban completamente fuera de fase e interferían destructivamente, tal como se ve en la Figura 9.
A través de este experimento (a menudo llamado el experimento de "Doble hendidura" de Young, y votado, en 2002, por el períodico New York Times, como el quinto experimento más hermoso - ver el enlace Noticias & Eventos), Young demostró con certeza la naturaleza de la luz como una onda. Sus experimentos respondieron a la afirmación de Newton que la luz no podía darle la vuelta a las esquinas o a los obstáculos ya que, cuando doblaba alrededor de los bordes de una tarjeta, ésta ya lo había hecho.
Hoy en día, los físicos saben que las ondas pueder ir alrededor de un obstáculo, pero sólo si el tamaño del obstáculo es comparable al tamaño, o a la longitud de onda, de la onda. La tarjeta que Young usó en su experimento era muy delgada - aproximadamente, sólo del grosor de la longitud de onda de la luz que Young estaba usando para dividirla, por lo que la luz sí se doblaba alrededor de la tarjeta.
Punto de Comprensión
Teoría de la luz en el siglo XIX y más allá
Frente a esta convincente evidencia, los científicos del siglo XIX, tuvieron que reconocer que la luz es una onda. Empero, esto ocurrió lentamente, debido a los obstáculos causados por la reputación de Newton y al legado de su teoría corpuscular. Sin embargo, una vez que la idea de la luz como una onda se arraigó, esta idea allanó el camino para que el físico escocés James Clerk Maxwell concibiera una elegante descripción de la luz como una onda, lo que unificó dos conceptos de la física que se estaban desarrollando, rápidamente, en una teoría completa. Fue esta descripción lo que creó el marco para un descubrimiento que tendría lugar 100 años después, cuando un joven alemán, oficinista de patentes, llamado Albert Einstein mostraría que la concepción de la luz como una onda no era totalmente correcta y, por lo tanto, revolucionaría el pensamiento científico del siglo XX.
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